In another post the subject of drinking (or the lack of it) among Argentines came up. A number of people commented that their friends did not drink or drank very little. This article contradicts the idea that Argentines hardly drink. Interesting....
El informe del 2014 sobre la situación de la salud y el alcohol que la Organización Mundial de la Salud releva para 194 estados miembro, ha colocado a la Argentina en el segundo lugar en América Latina con mayor consumo de alcohol. Se trata de una práctica que puede no solo conducir a la dependencia sino que también aumenta el riesgo de desarrollar más de 200 enfermedades.
Con respecto al tipo de alcohol consumido en América Latina, la cerveza es la bebida que más se ingiere (53%); seguida por el vodka y el whisky (32,6%), y un 11,7% de vino, especialmente en la Argentina y Chile.
El informe también señala que un mayor porcentaje de hombres muere por causas relacionadas con el alcohol: 7,6% de los varones y 4% de las mujeres-, aunque hay evidencia de que ellas pueden ser más vulnerables a sus efectos. El consumo excesivo hace que las personas violentas sean más susceptibles para desarrollar enfermedades infecciosas como la tuberculosis y la neumonía.
El informe del 2014 sobre la situación de la salud y el alcohol que la Organización Mundial de la Salud releva para 194 estados miembro, ha colocado a la Argentina en el segundo lugar en América Latina con mayor consumo de alcohol. Se trata de una práctica que puede no solo conducir a la dependencia sino que también aumenta el riesgo de desarrollar más de 200 enfermedades.
Con respecto al tipo de alcohol consumido en América Latina, la cerveza es la bebida que más se ingiere (53%); seguida por el vodka y el whisky (32,6%), y un 11,7% de vino, especialmente en la Argentina y Chile.
El informe también señala que un mayor porcentaje de hombres muere por causas relacionadas con el alcohol: 7,6% de los varones y 4% de las mujeres-, aunque hay evidencia de que ellas pueden ser más vulnerables a sus efectos. El consumo excesivo hace que las personas violentas sean más susceptibles para desarrollar enfermedades infecciosas como la tuberculosis y la neumonía.